Duende Da Vinci
Al ser éste, un verano especial, quisimos hacer un proyecto que ilusionara y lograra, que los duendes pudieran disfrutar, experimentando con algunos de los grandes conocimientos que, el genio Leonardo Da Vinci, nos dejó.
Hemos hecho alguna cosa que otra: leído el libro «El pequeño Leo Da Vinci y los 47 ronin», creado eco-juegos reciclando materiales, resuelto escape rooms, darnos chapuzones en la piscina, agilizado nuestras búsquedas en diccionarios, aprendido a hacer retratos, creado nuestra pintura al temple, practicado nuestra coordinación con aros y ritmos, pescado cangrejos y peces, visitado huertos, celebrado el día de los abuelos y también el del libro (después de la cuarentena), recogido moras y almendras, visitado zonas nuevas del pueblo que desconocíamos y como no… descubierto la Mona Lisa, el «hombre de Vitruvio», «La última cena», la escafandra y el salvavidas, el tornillo aereo, todo ello gracias a, creo que a partir de ahora, nuestro amigo Leonardo Da Vinci.
Esperamos que haya sido un verano diferente, pero en el que haya merecido la pena «sufrir» las incomodidades de la mascarilla, los «disgustos» por tener que coger el lapicero, las caminatas con calor, los picotazos, las caídas y también las risas, los chapuzones, las canciones, … el verano en El Rincón de los Duendes.