Los guardianes de la paella encantada…

Y después del carnaval…

Ya casi no nos acordamos, pero allá por febrero, y tras un maratón de corta, pega y sujeta, ganamos un merecido premio por llenar las calles con nuestro colorido y entusiasmo.

Y por fin, el lunes día dos, nos tocó disfrutar del premio. Aunque este año nos tocó rascarnos un poco el bolsillo (no mucho, la verdad…) nos juntamos un buen número de ninfas y elfos para compartir una deliciosa paella.

Lo cierto es que nos supo riquísima a todos, grandes y pequeños repetimos, tripitimos, incluso… más (¡y no miro a nadie!).

Además las gestiones para contratar el buen tiempo salieron perfectas y pudimos disfrutar de un día de campo maravilloso.

La paella era la excusa y el compartir nuestro tiempo de una manera diferente lo que nos mueve.

¡¡Gracias a todos porque juntos formamos un gran equipo!!

El año que viene… repetimos.